El ayuno intermitente ha ganado popularidad en los últimos años como una estrategia eficaz para la pérdida de grasa. A diferencia de una dieta tradicional, el ayuno intermitente no se centra en qué comer, sino en cuándo comer. Consiste en limitar la ingesta de alimentos a ciertas horas del día o a días específicos, de ahí su carácter “intermitente”. Este protocolo puede adaptarse a cualquier tipo de dieta que sigas, ya sea la Mediterránea, paleo, cetogénica, vegana, entre otras.

Tipos de Ayuno Intermitente

Existen principalmente dos enfoques para el ayuno intermitente:

  1. Ayuno diario con ventana de alimentación: Consiste en ayunar todos los días y consumir alimentos en una ventana de 4 a 8 horas.
  2. Ayuno solo los fines de semana: Este enfoque implica ayunar durante los fines de semana, realizando una sola comida de 600-800 kcal el sábado y otra el domingo, mientras que entre semana se come de manera normal.

Ambas modalidades deben adaptarse al estilo de vida de cada persona. No obstante, el enfoque diario con una ventana de alimentación de 4 a 8 horas es el más común.

Beneficios de la Autofagia

El ayuno intermitente es también una excelente manera de aumentar la autofagia, un proceso celular que implica la destrucción y reciclaje de componentes celulares. Las células utilizan este mecanismo para repararse y regenerarse, eliminando “desechos” que, de acumularse, podrían provocar enfermedades. La autofagia es vista por los investigadores como un mecanismo de supervivencia del cuerpo para protegerse del estrés.

Beneficios de la Autofagia:

  • Promueve la longevidad.
  • Previene enfermedades neurodegenerativas.
  • Previene la diabetes tipo II.
  • Refuerza el sistema inmunológico.
  • Protege tejidos y órganos sanos.
  • Potencialmente lucha contra el cáncer.

Fuente: El ayuno intermitente, Oswal Candela.